Fisioterapia respiratoria infantil

La fisioterapia respiratoria infantil es se enfoca en atender las patologías del aparato respiratorio de bebés y niños. Las intervenciones se realizan desde la prevención hasta la estabilización e incluso curación de dichas patologías con el fin último de mejorar la calidad de vida de los pequeños, así como de la de sus padres y familiares.

Este tipo de tratamientos van dirigidos a aquellos peques que sufren algún tipo de infección respiratoria (como bronquiolitis y asma) y, en otros casos, con alguna afectación de la psicomotricidad que dificulte la correcta evacuación de las mucosidades. Los tiempos dentro del tratamiento los marcará el bebé, respetando al máximo su bienestar. Los tratamientos los realizamos en salas con ambiente tranquilo y agradable para que la experiencia del peque sea positiva en todos los sentidos. En las sesiones, por supuesto, los padres podrán estar con su bebé en todo momento.

Si en edad infantil se repiten cuadros de bronquiolitis y/o neumonías se desarrolla una hiperrespuesta bronquial y esto ocasiona un asma infantil que puede evolucionar hasta edades más adultas. Por ello, es importante pensar en una fisioterapia respiratoria infantil de primera intención, cuanto antes se traten las afecciones, menores serán los cambios irreversibles en el tracto respiratorio del bebé.

La bronquiolitis cursa en el bebé con secreción nasal abundante, tos, dificultad para respirar, pérdida del apetito… Es una patología provocada por un virus, por ejemplo el llamado Virus Respiratorio Sincitial (VRS) entre otros. Este virus ocasiona daños en los bronquios como tapones de moco, y ahí es donde nosotros actuamos, en la desobstrucción de las vías. Los bebés además no tienen un sistema respiratorio maduro como los adultos y esas diferencias anatómicas hacen que sus respuestas ante dichas agresiones sean insuficientes para resolver el problema por sí solos.

La fisioterapia respiratoria infantil mejora por lo tanto el curso de la enfermedad y a su vez, la calidad de vida del bebé y sus familiares. Es además una buena herramienta para acortar los tratamientos farmacológicos y ayuda al sistema inmunitario al nuevo y correcto desarrollo de ese árbol bronquial a medida que el niño crece.